La siembra del tomate de la campaña de frío 2023-2024 con destino a la industria está atrasada en Ciego de Ávila, lo cual repercute de manera negativa en la economía cubana, al ser un renglón de gran peso en la sustitución de importaciones.

Pedro Manuel Díaz González, especialista en el cultivo de este vegetal en la Delegación Provincial de la Agricultura, precisó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que las lluvias de octubre y noviembre impidieron la continua preparación de las tierras para plantar semilla del apetecido alimento en las mil 700 hectáreas (ha) previstas.

A estas inclemencias meteorológicas se suma la no llegada en tiempo del combustible, imprescindible en el alistamiento de los suelos en el momento adecuado, de forma tal que se logre una secuencia.

Señaló que, de ese total, 620 ha se localizan en áreas de Mamonal, perteneciente al municipio de Majagua, que destacan en la provincia y también en el país por sus excelentes tierras y cultura campesina en la siembra de ese fruto.

Otras 500 ha se localizan en terrenos de la Empresa Agroindustrial Ceballos para procesar en su propia industria, y las restantes 580 ha se plantarán en varios municipios, dijo Díaz González.

Las variedades que se emplean en esta campaña tomatera son Radiante, Sol, TY-53, Caribeño, M-2 y Celeste, que tradicionalmente se desarrollan muy bien, y las solicitadas por los productores, añadió.

Ante la carencia de fertilizantes, los tomateros avileños hacen uso de medios biológicos como la Tabaquina, Bacilo-13, Bacilo 24 y Bacilo 26, el CBFERT, humus de lombriz y microorganismos eficientes que aportan nitrógeno al suelo.

Vicente Echemendía Rodríguez, especialista de Cultivos Varios en Majagua, explicó que ya en Mamonal hay cubiertas 100 hectáreas de esta fruta, potente antioxidante natural y rica en vitamina C, A, K, hierro y potasio.

Carlos Alberto Martínez Ángel Bello, jefe del Departamento de Suelo y Fertilizantes, precisó a la ACN que se fomenta la creación de centros productores de humus de lombriz con destino a los cultivos varios, alternativa que llegó para quedarse, debido a las limitaciones de financiamiento de la economía cubana para comprar fertilizantes químicos en el mercado exterior.

Actualmente —agregó— funcionan 18 sitios especializados en la lombricultura, ubicados en los 10 municipios, y en fase constructiva hay otros nueve, lo cual permitirá que más productores empleen este fertilizante de origen orgánico, que, aunque no sustituye a los químicos ni es sinónimo de mayores rendimientos, si contiene minerales esenciales.

La red de comercialización del sector agropecuario avileño proporciona, además, otros fertilizantes biológicos y sustratos tales como el fitomás, la agromena, el CBFERT y Nerea.

El tomate, también calificado como hortaliza, es una de las tres principales que se cultivan en el mundo; China es el mayor productor, Estados Unidos el que más importa y México es el primer exportador.

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