Después de varios meses con precipitaciones por debajo de la norma, agravando los riesgos de sequía, el término de abril nos trajo la sorpresa de un exceso de humedad por encima de lo común para la provincia de Ciego de Ávila en este final del período seco.

El cuarto mes del año terminó en la geografía avileña con una lámina de 84 milímetros (mm), que representan el 156,7 por ciento de su media histórica, según reseñan las estadísticas de la red de pluviómetros del Centro Meteorológico Provincial y del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

En cuanto a la distribución espacial de las lluvias, los mayores registros se concentraron en el extremo oeste de la provincia y en menor medida hacia la parte sur.

El cierre de abril y el día inicial de mayo, las bandas nubosas asociadas al paso del frente frío, trajeron acumulados como los de la localidad de Limones Palmero, municipio de Majagua, con 83 mm; le secundaron Jagüeyal con 65 mm y Júcaro con 45 mm, ambas en Venezuela, informó el meteorólogo Frank Fernández Castañeda.

Con estas lluvias, aunque muy positivas, todavía no es posible afirmar con seguridad que salimos del peligro de sequía, máxime cuando al cierre del primer cuatrimestre del año se registran 138,9 mm en la provincia, equivalentes al 83,2 por ciento de la media histórica del período mencionado.

Tampoco estas cifras son del todo significativas como para poder hablar de una recuperación de las cuencas superficiales y subterráneas. Los volúmenes de las siete presas avileñas así lo indican, pues almacenan apenas 38,764 hectómetros cúbicos, lo que es igual al 26 por ciento de su volumen total.

A la espera de conocer las escorrentías y las filtraciones a los acuíferos sabremos en qué condiciones inicia el territorio el período húmedo, de mayo a octubre.

Alden Hernández (Invasor)

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