Cierra el mes de agosto y con él las vacaciones de verano. Para algunos, semanas de total esparcimiento, para otros, no tanto. Limitaciones en el orden financiero y de recursos no faltaron, y aunque se buscaron alternativas, no fue posible llegar a todos, ni complacer las disímiles expectativas.
Playas, piscinas, parques y una parte de las comunidades avileñas sirvieron de aliciente a quienes buscaron dónde refrescar el sofocante calor, y si bien los precios no siempre ayudaron, hubo variedad de ofertas en las zonas de recreos.
Este verano, siempre joven, como se le denominó a lo largo de la Isla, tuvo su cierre este sábado. En Ciego de Ávila, como en todo el país, se dispuso de un plan de actividades que involucró a organismos e instituciones, cuyo esfuerzo debe reconocerse, en medio de un escenario, en el cual toda iniciativa encaminada a satisfacer las necesidades de la población, merece aplausos.
Enseñanza: no son julio y agosto los únicos meses en los que las opciones de esparcimiento se tornan necesarias. Imágenes como las que captó el lente de Invasor, merecen ser reiterativas. ¿Qué resulta complejo?, no hay dudas, pero son imprescindibles.
Ojalá el parque Martí de la ciudad de Ciego de Ávila, solo haya sido un punto de los tantos que, en la geografía avileña, dijeron adiós al verano, por todo lo alto.
Tomado de Invasor
Genios del ajedrez resultan asiduos en actividades masivas
Guitarra en mano, el talento local se ganó minutos de atención
El respeto a las diferencias devino genuina muestra del civismo que alcanza la sociedad avileña
La práctica masiva del deporte también estuvo durante la etapa estival
Infancia, inocencia, ternura dibujada en cada sonrisa
Del ring de boxeo al parque, el regocijo hecho deporte
Qué no se pierda la alegría
Cantar a la felicidad… Uno, dos, tres, todos a bailar, que se fue el verano