Con pizarra de 8×3, el equipo de Las Tunas doblegó este miércoles a Ciego de Ávila y se colocó a un éxito de estar en la fase semifinal de la 63 Serie Nacional de Béisbol.

Los bates tuneros despertaron de su letargo de dos horribles días en el estadio José Ramón Cepero, y con sus 11 imparables consiguieron el objetivo. Los campeones, esta vez, demostraron por qué lo son.

Salieron al terreno esta vez los Leñadores con otra cara. Era evidente que los dos “fuera de combate” de lunes y martes le habían herido el amor propio a los actuales monarcas, porque desde el inicio, incluso, se les vio más agresivos en el corrido de las almohadillas.

En el mismo primer inning hubo boleto a Yunieski Larduert, quien robó segunda y llegó a tercera por error en tiro del máscara Fernando de La Paz, y luego anotó por fly de sacrificio de Héctor Castillo.

Fue en el cuarto capítulo que hicieron saltar del box al abridor Dachel Duquesne, el mismo que los había dominado el pasado viernes. En ese episodio le dieron cuatro imparables, que incluyó un doblete de Yosvani Alarcón.

El zurdo Eliander Bravo, que en la primera entrada admitió tres sencillos y una carrera, se recuperó de tal manera que colgó cinco ceros en forma consecutiva. Los de casa le amenazaron en el tercero con imparable de Alexander Jiménez y boleto a Liosvany Pérez, pero logró dominar a Osvaldo Vázquez y Héctor Labrada.

De nuevo las estadísticas no mintieron, pues los anfitriones, en la etapa regular, solo le promediaron 282 a los tiradores del brazo equivocado.

El relevista Yunier Batista, que en dos entradas y un tercio solo permitió un hit, fue sustituido por Yoan Díaz en el séptimo, pues la dirección, con la pizarra desfavorable, pensó en los dos posibles choques en el Mella durante viernes y sábado.

Las gradas del José Ramón Cepero despertaron en el final del séptimo, cuando los avileños marcaron dos ante Rodolfo Díaz, sustituto de Eliander, al aprovechar dobles de Liosvany y Ronaldo Castillo y cohetes de Rubén Valdés y Vázquez. La alegría de los parciales pudo ser mayor, pero Labrada bateó para doble play,

Con el marcador desfavorable 3×5, el mentor Dany Miranda, tras admitir Díaz inatrapable de Yosvani Alarcón y regalar boleto a Ramón Viñales, optó en el octavo por traer al montículo a Liomil González y este logró dar el cero.

Pero el desconsuelo total para los felinos llegó en el noveno, cuando los Leñadores marcaron otras tres anotaciones que se convirtieron en “las puntillas” para preservar la victoria.

Ahora, para los vigentes campeones, la tarea será mucho más fácil. Regresan a sus predios con la encomienda de solo necesitar un triunfo en los dos partidos pendientes. Un aficionado avileño, al salir este miércoles del estadio dijo: “solo un milagro nos salva”. Y otro, que caminaba a su lado, le preguntó: ¿Y tú crees en milagros?

Tomado de Invasor

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