El panorama es único. Impresionantes montículos de arena se elevan hasta 16 metros sobre el nivel del mar y hacen de las Dunas de Playa Pilar un sitio singular, reconocido como la formación de su tipo más alta en el Caribe insular, desde el año 2019 declarado como Elemento Natural Destacado.
Cuando el visitante llega casi al final de Cayo Guillermo, uno de los islotes más atractivos del archipiélago Jardines del Rey, en el norte de la provincia de Ciego de Ávila, una extensa pasarela abre paso entre la espesa vegetación autóctona, adoptando la forma de dunas fosilizadas con el paso de los años..
El camino de madera, capaz de ajustarse a las condiciones del lugar y construido como mecanismo de protección, unas veces asciende, otras desciende y en ocasiones forma curvas. Así trascurre el tránsito, durante cinco o diez minutos, en dependencia del ritmo del caminante, no pocas veces ralentizado por los atractivos del paisaje que cautiva a diario a cientos de turistas nacionales y extranjeros.

Hay para deleitarse en una formación geológica que se extiende, en forma de franja rectangular, por unas 35 hectáreas, bordeando la zona costera, entre los hoteles Iberostar Playa Pilar y Playa Luxury, dos de los más lujosos del destino turístico Jardines del Rey.
Entre los principales valores de este sitio se encuentran la geología, un clima agradable con temperaturas que apenas rebasan los 28 grados Celsius en el mes de agosto, y una flora y fauna diversas y representativas de las especies autóctonas de litorales costeros.
Las atractivas formaciones vegetales constituyen el hábitat de seis especies de reptiles pertenecientes a cuatro familias, contemplados ejemplares de lagartos cuya localización está restringida a ese lugar; y 69 variedades de aves, incluidas residentes permanentes y migratorias, que hacen esa zona atractiva para los observadores de la avifauna.
Ese ecosistema priorizado, administrado por la Empresa Provincial de Flora y Fauna de Ciego de Ávila, está bajo el resguardo de 16 trabajadores de esa entidad, incluidos directivos, obreros, técnicos y especialistas, quienes ponen el mayor empeño en los objetos de conservación definidos en el área: el complejo de vegetación de costa arenosa, el sinsonte prieto (Mimus gundlachii), la bayoya rayada (Leiocephalus stictigaster septentrionalis), este último un lagarto de una familia endémica de Cuba.
A estos se suma el esfuerzo del colectivo del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad de Ciego de Ávila, institución científica subordinada a la Agencia de Medioambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente de Cuba, quienes lideran acciones para rehabilitar el ecosistema dunar a partir de la reproducción de plantas autóctonas y la posterior siembra en esa área, con el objetivo de preservar los valores ecológicos y aumentar la resiliencia ante el cambio climático y eventos meteorológicos extremos.
Dunas de Playa Pilar es un área con múltiples atractivos, ideales para el turismo de naturaleza y con claras referencias y recomendaciones que llegan a través de textos del célebre escritor Ernest Hemingway, quien encontró inspiración en el lugar al observarlo desde su yate.
El ganador del Premio Nobel de Literatura en 1954 admiró las dunas, la vegetación asociada y un excelente balneario, causantes de una impresión que lo condujeron a bautizar aquel entorno paradisíaco con el nombre de la embarcación sobre la cual navegaba.
Igual, o más impresionante, continúa siendo la llegada por tierra, cuando visitantes de toda Cuba y el orbe se abren paso por los colosales y hermosos montículos de arena, hasta descubrir, al final del trayecto, una de las mejores playas del mundo y tener la absoluta certeza de haber arribado a un lugar de ensueños.
Tomado del sitio web Sol de Cuba, del Ministerio del Turismo