
Batallaron los jóvenes contra escollos, Sol y sereno para vencer la primera meta en jornadas de 12 horas, con un diez de descanso para recargar energía y volver a cabalgar sobre sus caballos de hierro, dígase combinadas modelo Case, porque ambos operadores se proponen nuevos empeños.
«Si las cañas nos acompañan en cantidad y calidad, vale el sacrificio porque vamos ya en busca de otro millón», afirma Yoandris y comenta que para imponerse a escollos cuenta con la experiencia de una década con el título dorado de la emulación en las temporadas azucareras.
«Por lo demás, la victoria está segura porque tenemos un gran colectivo, un buen jefe de pelotón y mejor comportamiento este año de los camiones para el traslado de la materia prima al ingenio».
Su coequipero Yordis considera que «el triunfo depende también del esmero en la preparación, previa a la contienda, de las máquinas cosechadoras, las cuales sufren roturas como es normal, pero a la combinada mía le digo la caballona y no es por casualidad».
Otra ventaja para estos heroicos zafreros es la de contar con el acompañamiento del central Ecuador, con la perspectiva de cumplir su plan de azúcar crudo y refino, de la presente temporada.