El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, inició este domingo una agenda de dos días de conversaciones al más alto nivel en Pekín, en medio de crecientes tensiones y deterioro de las relaciones entre ambos países. Blinken sostuvo un intercambio esta misma jornada con el canciller Qin Gang y pudiera reunirse este lunes con el presidente Xi Jinping.

Ni Blinken ni Qin hicieron comentarios sustanciales a los reporteros cuando comenzaron la reunión en la Casa de Huéspedes Estatal de Diaoyutai. Este lunes sostendrán conversaciones adicionales.

Según la cadena CCTV, Qin Gang declaró durante la reunión en Pekín que las relaciones entre las dos potencias “se encuentran en su punto más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas”.

El canciller dijo que el estado de los lazos bilaterales “no responde a los intereses fundamentales de los dos pueblos ni a las expectativas comunes de la comunidad internacional”.

Qin formuló “claras exigencias sobre los intereses esenciales y las principales preocupaciones de China, incluida la cuestión de Taiwán” a Blinken, que comenzó este domingo una visita de dos días al país asiático.

Asimismo, Qin declaró que “la política de China hacia EE.UU. siempre ha mantenido la continuidad y la estabilidad, y se guía fundamentalmente por los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación” y que el país asiático tiene el compromiso de construir una relación “estable, predecible y constructiva”.

El canciller expresó su esperanza de que Washington “mantenga una percepción objetiva y racional de China, se mueva en la misma dirección y que maneje las eventualidades inesperadas con calma, profesionalidad y racionalidad”.

“Ambas partes mantuvieron un diálogo largo, franco, profundo y constructivo sobre la relación general entre China y Estados Unidos y otros asuntos importantes relacionados”, informó CCTV en un comunicado publicado en sus redes sociales.

Las dos delegaciones acordaron “fomentar la expansión de los intercambios educativos”, “explorar activamente la posibilidad de aumentar los vuelos de pasajeros entre China y Estados Unidos” y “dar la bienvenida a más estudiantes, académicos y empresarios para que visiten a la otra parte”.

Por su parte, Blinken invitó a su homólogo a visitar Estados Unidos, país en el que Qin fue embajador antes de ser ascendido a canciller a finales de 2022, y enfatizó “la importancia de la diplomacia y de mantener canales de comunicación abiertos en todos los ámbitos para reducir el riesgo de errores de cálculo”, señaló el portavoz de la diplomacia estadounidense, Matthew Miller.

Si bien desde hace días se rumora la visita de Blinken, aplazada desde febrero pasado, China la confirmó el jueves solo después de que el secretario de Estado conversó vía telefónica con el canciller Qing sobre cuestiones consideradas sensibles en las relaciones y dieron continuidad a los esfuerzos por bajar las tensiones.

Blinken es el funcionario estadounidense de mayor jerarquía que visita China en la presidencia de Joe Biden y el primer secretario de Estado que hace el viaje en cinco años.

Su viaje se desarrolla en un contexto enrarecido por sanciones de Washington a empresas chinas, con fuerte impacto en el sector tecnológico, la injerencia de Washington en asuntos como Hong Kong, Taiwán y Tíbet, incidentes en el Mar de la China Meridional y la guerra en Ucrania.

El ingrediente más reciente de los roces son los reportes sobre la presunta apertura de una base de inteligencia de China en Cuba, con el objetivo de vigilar a la nación norteña.

Tanto Pekín como La Habana rechazaron esa versión, que consideraron otra acción injerencista con la que la Casa Blanca intenta justificar su política de agresión y persecución constante contra el país caribeño.

China advirtió que por más que Estados Unidos divulgue calumnias, no podrá dañar la amistad sincera y de larga data con Cuba.

Con ese escenario de fondo, la visita de Blinken genera pocas expectativas sobre un salto mayor en el entendimiento entre las principales potencias del planeta, pues ambas partes recalcaron días atrás que será un momento donde remarcarán posiciones sobre temas de interés.

No obstante, en ambas partes se conoce la importancia en lo bilateral e internacional de que mejoren los vínculos y se priorice la cooperación, especialmente por los estragos de la guerra comercial de los últimos años.

Biden y Xi se habían comprometido a mejorar la comunicación “precisamente para asegurarnos de que nos comunicamos con la mayor claridad posible para evitar malentendidos y faltas de comunicación”, declaró Blinken el viernes.

Xi dejó entrever una posible disposición a reducir las tensiones cuando señaló el viernes durante una reunión con el cofundador de Microsoft Corp., Bill Gates, que Estados Unidos y China pueden cooperar para “el beneficio de nuestros dos países”.

“Me parece que los pueblos constituyen la base de las relaciones sino-estadounidenses, dijo Xi a Gates. “En medio del actual contexto mundial, podemos efectuar diversas actividades que beneficien a nuestros dos países, a los pueblos de nuestros países, y a toda la raza humana”.

(Con información de AP, EFE y Prensa Latina)

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