La discusión y aprobación en las AMPP de sus anteproyectos de plan de la economía y presupuestos municipales para el año 2023 fue otro asunto evaluado en la reunión de este mes de los presidentes de las AMPP y los intendentes, y contó con presentaciones del viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, y la jefa de la cartera de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss.

Se trata de un proceso inédito que permitirá que el primero de enero del próximo año cada municipio cuente con sus planes de la economía y sus presupuestos de forma desagregada. Uno de los principios que rigió esta nueva práctica fue que tanto el plan como el presupuesto municipal fuera más transformador, se pareciera cada vez más al municipio y respondiera a los planes trazados por los territorios en sus respectivas estrategias de desarrollo municipal.

Ha estado dirigido, además, a que estos procesos tengan un enfoque participativo de los trabajadores, delegados, presidentes de consejos populares, actores económicos del territorio y de la población en general.

El viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández explicó que la discusión y aprobación de los anteproyectos ha sido una discusión más participativa que en años anteriores y ha mejorado la calidad de la elaboración de estos, aunque aún no se esté satisfecho.

Tras explicar detalles del proceso, enfatizó que hay que seguir avanzando hacia un plan de la economía más descentralizado, menos dependiente de las asignaciones centrales de los recursos, y para ello se necesita potenciar el uso de los recursos endógenos y de cada actor económico del territorio, tanto estatal como no estatal.

La ruta debe estar marcada, a su vez, por el fomento de las exportaciones de los territorios, tanto de los agentes estatales como no estatales, así como de bienes tradicionales y no tradicionales, porque el principal problema de la economía cubana hoy es el déficit de divisas, alertó Gil Fernández.

También es necesario, añadió, que en los territorios se trabaje para incrementar la circulación mercantil minorista, incrementando las ofertas a partir de los recursos propios; y se identifiquen, con vistas a vincularlas con la inversión extranjera, las potencialidades de las industrias y agroindustrias que hay en las localidades y tienen capacidades subutilizadas por falta de materias primas y financiamiento.

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