Con paciencia, Benigno Oliva Medina desenreda unos alambres de púas que tendrán un noble fin: cercar un campo de cañas. La tarea es ardua, mucho más cuando el sol derrama sus intensos rayos. Bajo una titánica labor, encontramos a este productor de la Empresa Agroindustrial Municipal de Ciego de Ávila.
“Hace años decidieron potenciar el anillo cañero hasta 25 km alrededor del central, con vistas a arrimar más la materia prima a la industria; por ejemplo, en esta área, próxima al lugar conocido por Pozo Brujo, primero hubo caña, después ganado y luego caña. Ahora hay ambas cosas y más líos.
“Mantenemos la atención a cinco caballerías. Otra vez autorizaron la crianza de vacas en la zona y hemos puesto vallas en los cañaverales; aunque no basta porque nos roban el alambre y los animales acaban con las plantaciones. Lo denunciamos y nadie actúa para detener el delito.
“Por otro lado, la escasa y, en algunos casos, nula asignación de fertilizantes, herbicidas, petróleo y demás recursos, han provocado el deterioro de las cepas y la caída de los rendimientos de 100 a 45 toneladas por hectárea (t/ha); la suerte es que siempre nos pican las cañas, y la desgracia consiste en que gran parte de esa cantidad cortada ha sido por incendios malintencionados”.

“Las quemas nos han causado grandes daños”, dijo Elba Peña Rojas, presidenta de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) 26 de Julio, enclavada en el municipio de Banes, en Holguín.
“Resulta perjudicial —enfatizó— tener cepas de hace tres años, las cuales las han dejado de cortar por una u otra razón, se infringe el contrato para tributar al central Fernando de Dios y hoy la Empresa Agroindustrial Azucarera (EAA) de igual nombre nos debe 22 millones de pesos, y se afecta el pago por concepto de vinculación a los cañeros y la distribución de las utilidades a los cooperativistas”, puntualizó Elba.
Incumplimientos y deudas millonarias
El declive de la industria azucarera cubana es una realidad. Durante la presentación a los parlamentarios del comportamiento del plan de la economía en el primer semestre del 2025, Joaquín Alonso Vázquez, titular del Ministerio de Economía y Planificación, afirmó que al cierre del primer semestre la zafra azucarera tenía niveles de producción de azúcar crudo inferiores al 44 % de lo previsto, pocos para garantizar el consumo restringido.
Entre las causas señaló “la insuficiente disponibilidad de caña, combustible físico para el corte, alza y tiro de la caña; el incumplimiento del corte diario; cuestiones organizativas; mala calidad de las reparaciones industriales y los bajos rendimientos de la caña e industrial que se logran”.
Agregó que “prevalecen atrasos en la siembra de caña, que solo alcanza el 50 % del plan hasta la fecha”. Y advertía, que “de mantenerse esta situación, no será posible conseguir incrementos significativos en las zafras del 2026 y 2027 debido a la baja disponibilidad de materia prima, por lo que la producción de azúcar mantendría niveles similares a los de este año”.
Joel Collazo Apaceiro, de la CPA artemiseña Marcos Martí, explicó que si un asunto preocupa son las deudas. “A la zafra 2024-2025 entregué 2 mil 80 toneladas de la gramínea entre abril y mayo y no he recibido ni un centavo de los más de 4 millones de pesos de esa venta”.

Antes de reiniciar la marcha de su propio tractor, añadió que “zafra por zafra el impago es igual. Se violan los contratos, pero seguimos en el surco pese a las insatisfacciones, pues ¿dos guantes y par de limas son suficientes para hacer zafra? Todo es asumido por el campesino que requiere de una fortuna para producir.
“No obstante, preparamos la tierra con mucho esfuerzo. El combustible no llegó en tiempo. Nos afectó tanto la sequía de los meses anteriores como la lluvia de los últimos días; ya plantamos, esta vez con la técnica de unir dos puntas de caña para una mejor población y el picoteo en el mismo surco”.
Como dijera el joven artemiseño Luis Alberto Gutiérrez Valdés, de la CPA Victoria de Girón, “aunque la industria no haya pagado la caña cortada, las campañas de siembra de las temporadas de primavera y de frío no esperan por burocracias”.
Según el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros (SNTA), Yrrael Rouseaux Mansfarroll, en la actualidad 33 UBPC afectan en el pago de unos 4 mil 700 ubepecistas. Expresó que “es responsabilidad de las juntas administrativas buscar una alternativa para proteger el salario de sus trabajadores.
“El vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca brinda una atención priorizada al tema, y se analiza semanalmente por el Grupo Azcuba, con la participación de nuestro sindicato”, subrayó.
Manifestó que, en ese sentido, desde el mes de junio se realiza el proceso económico de balance en las cooperativas, a punto de concluir, en el que se evalúa la renovación y ratificación de mandatos para fortalecer las juntas administrativas.
¿La industria o la agricultura?
Antonio Viamontes Perdomo, director de la EAA Melanio Hernández, de Sancti Spíritus, a la cual pertenece el único central cumplidor este año del plan de azúcar en el país, opinó que es vital frenar el declive de la producción cañera.
Allí el 75 % de las tierras dedicadas al cultivo de la gramínea están vacías. “En los últimos cuatro años –explicó– las limitaciones principalmente de combustible han influido en que los volúmenes de caña a sembrar no alcancen ni para semilla. La idea es detener el decrecimiento en junio de 2026”.
En Camagüey, el Carlos Manuel de Céspedes molió el 21 % de caña quemada y el 70 % de las colocadas sobre medios de transporte demoró más de 12 horas camino al central, lo que dañó la eficiencia en el proceso fabril que registró el 20 % del plan de producción del dulce grano.
Mientras que en Artemisa la arrancada de la contienda, prevista como nunca antes para el 15 de enero, se retrasó 34 días por la escasez de combustible, aseveró Roberto Meléndez Aguiar, director de la EAA 30 de Noviembre, por lo que su industria solo pudo procesar mil 762 toneladas.
¿Qué se sabe de los grandes, los colosos azucareros por tradición, los cuales ya no pitan o suenan poco en los medios de comunicación?, preguntaba un asiduo lector en una de las bases productivas visitada por Trabajadores.
El Antonio Guiteras, de Las Tunas, con el mayor compromiso de entrega de azúcar a nivel nacional, pudo lograr el 16 % de lo planificado, debido al mucho tiempo perdido por roturas industriales, escasez de combustibles y lubricantes, afectaciones eléctricas y climatológicas, carencia de especialistas y obreros industriales calificados remplazados con refuerzos de otros ingenios.
También repercutió la situación crítica de los caminos cañeros, la alta presencia de bejucos en los cañaverales y la necesidad de cortar plantaciones quedadas de procesos anteriores.
Ciro Redondo, el llamado Coloso del Centro, en Ciego de Ávila, alcanzó algo más del 50 % del programa de azúcar crudo, la cifra más alta a nivel nacional. Pudiera haber tenido un mejor desempeño si no hubiese incidido la calidad de la materia prima, pues más del 70 % de la composición de la molida correspondió a caña proveniente de pasadas cosechas.

Así la fábrica de azúcar más moderna de Cuba, situada en el avileño poblado de Pina, registra siete campañas consecutivas sin centrifugar el total de toneladas previstas; y la vecina bioeléctrica (corazón energético de ese ingenio) suma millones de kilowatts dejados de aportar desde la puesta en marcha en el 2020, aunque este equipo de prensa no tuvo acceso a la información oficial sobre ese tema.
Algunas trabas, además, impidieron captar de primera mano lo que ocurre en la industria Uruguay, de Sancti Spíritus. No obstante, por otras vías legales se conoció que le apagaron sus máquinas en el 2022, debido al decrecimiento cañero y la falta de recursos para revitalizar el equipamiento fabril.
Hubo amabilidad al ofrecerse los datos del Urbano Noris, de Holguín. “Hizo su última zafra en el 2023. Presentó problemas con su infraestructura energética, incluida la caldera y los turbogeneradores, y necesitaba una reparación capital que no fue posible, pues depende de una inversión”, informó Yoania Merencio Rosillo, del Grupo Empresarial Azcuba en la provincia.
“Hay que seguir insistiendo en sembrar más caña aunque también es una realidad que la industria carece de condiciones técnicas para procesarla. En los campos está la evidencia con las grandes cantidades de cañas quedadas y requedadas”, recalcó José Luis Jomarrón Cera, presidente de la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Diego Felipe, del tunero municipio de Puerto Padre.
Enfatizó que “hay unidades trabajando con el 40, 50, 60 y hasta el 70 % de caña en aquellas condiciones, que se muelen desfasadas y aumentan el porcentaje de materias extrañas por tallos secos. También las cepas que no se cosechan pasan a la categoría de requedadas y amplían las pérdidas en las industrias.
“A nosotros nos restaron por cosechar 14 mil toneladas de caña con aproximadamente 28 millones de pesos por cobrar. Por otro lado, los impagos de la materia prima, ya suministrada y procesada, perjudica la entrega de anticipos y la compra de insumos imprescindibles para la producción, además, se alteran los costos, pues al no pagar a tiempo los créditos otorgados por los Bancos, aumentan los intereses y se sufragan cantidades de dinero nada despreciables.
“Hoy se impulsa la producción cañera. El país ha hecho un enorme esfuerzo y el precio que tiene la materia prima sería muy beneficioso y estimulante para los productores en circunstancias normales porque considero que estas medidas llegaron un poco tarde al sector, cuando ya no hay recursos”.
Purgar más fuerte
Ahora se trata de purgar más fuerte para separar las impurezas objetivas de las subjetivas. En sus declaraciones exclusivas, el secretario general del SNTA se refirió a cuestiones que han dañado al sector y que tienen solución.
“En los controles a los centros laborales se comprobó que, de las 456 UBPC, 78 no brindaban el servicio de almuerzo a los trabajadores.
“Se discutió con cada junta administrativa y fueron adoptadas medidas disciplinarias. Muchas de esas entidades habían dejado de producir alimentos. Quedan 12 por resolver el problema, ubicadas en Mayabeque, Artemisa, Las Tunas y Holguín”, recalcó.
¿La bancarización?, un asunto recurrente. “Reiteran nuestros afiliados las dificultades para acceder a sus salarios porque recorren largas distancias y muchas veces no pueden extraer el efectivo o reciben muy poco dinero, tienen que retornar al Banco y así desaprovechan varias jornadas de trabajo”, significó a la vez que añadió: “Aunque el asunto continúa sin solución, se aplicaron alternativas en algunos territorios”.
No obstante los tropiezos, hombres y mujeres empapados de sudor, con botas enfangadas, guantes desgarrados y estrujados sombreros están firmes en puestos claves. Podrán faltar otros indispensables medios de protección pero siguen aferrados a la tierra para reanimar un sector estratégico deprimido contienda tras contienda. La última fue la peor en más de un siglo.
Fue como una zafra chica desde la arrancada en noviembre. Tan pequeña que no prendió la llama del sistema de emulación y el movimiento sindical solo reconoció el resultado de las provincias de Ciego de Ávila, Guantánamo, Artemisa y Mayabeque, donde realizaron acciones oportunas de estimulación a los más destacados.
Los trabajadores, más que los insumos y los repuestos críticos, han estado siempre arrimados a los plantones, a la maquinaria, a los camiones y a las locomotoras, eso merece una temporada grande en la atención integral y no solo el 13 de octubre, día de su celebración como sector.
Aunque el estímulo moral y material devienen entes motivadores, otras cuestiones debían haber emocionado tanto a los azucareros en relación con lo que más ellos requerían para ser altamente productivos.
Se conocen las gestiones gubernamentales para insuflar nuevos aires a la que fue nuestra primera industria. Son priorizados negocios con inversión extranjera y alternativas con los derivados de la caña.
Pero a corto plazo urgen decisiones que eliminen, o al menos minimicen las causas objetivas descritas por este equipo de periodistas.
Aquí no vale el acertijo de quién fue primero, si el huevo o la gallina. En los preparativos, la arrancada y el desenvolvimiento de la zafra todos los involucrados son importantes. Lo demás queda en las buenas intenciones y con ellas, no muele el central.
Tomado de Trabajadores