A pocas horas de la conmemoración del aniversario 72 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, cuando la provincia de Ciego de Ávila se alista como sede de las actividades centrales nacionales por la efemérides, los avileños de mayor edad rememoran aquellos días de finales de julio de 1953, cuando la censura de prensa trató de ocultar al pueblo los hechos que marcarían el rumbo futuro de la historia.

El cintillo en primera página “Numerosos muertos en los choques de Oriente”, del diario local El Pueblo, sorprendió a los habitantes de Ciego de Ávila el 27 de julio de ese año y confirmó los rumores que circulaban desde el día anterior.

La publicación de posición conservadora fundada en 1905 sintetizó en dos columnas la información captada de la Cadena Oriental de Radio sobre lo ocurrido en el Cuartel Moncada.

De forma escueta y con relativa objetividad mencionó nombres y cifras de atacantes, así como el número de muertos y heridos en ambas fuerzas, para más adelante relacionar a las 25 personas que como consecuencias de los hechos fueron detenidas e interrogadas en la región avileña.

Tal noticia, intercalada en la misma página con otras culturales y relativas a los Estados Unidos, llevaba la coletilla de que “los detenidos fueron tratados con toda gentileza”.

Sin embargo, el seguimiento a un tema de tanta connotación para el país, se vio pronto interceptado por la presión de las autoridades locales de la época.

En la edición del día 28 solo apareció una pequeña nota aclaratoria del jefe de la sección de la policía , quien desmentía la prohibición de permanecer en la calle después de las 10 de la noche y reconocía “la cordura demostrada por todos en relación con los últimos desdichados acontecimientos”.

La campaña difamatoria y de desinformación pronto extendió sus tentáculos a las páginas de El Pueblo. El día 30 se hizo pública una alocución del gobierno municipal, firmada por el alcalde, en la que informaba sobre los hechos “perpetrados por grupos mercenarios nacionales o extranjeros que asesinaron sin piedad ni conciencia alguna a un grupo de enfermos del hospital Saturnino Lora”.

“Fue presentado esta mañana Fidel Castro” ocupó toda la primera página el 1 de agosto y al final del texto explicaba que “ha sido decretada la censura de prensa para todo el país”.

El tema no volvió a tratarse en las páginas del rotativo, de lo que se deduce que los censores nombrados en Ciego de Ávila cumplieron al pie de la letra las indicaciones de silenciar toda información sobre el histórico suceso.

Quizás por su tendencia a la izquierda, el periódico La Región, que también circulaba en esa época en Ciego de Ávila, fue más presionado por la censura desde los primeros momentos o prefirió obrar con más cautela.

Lo cierto es que en los días siguientes al 26 de julio, solo se hizo eco de las notas oficiales del gobierno municipal y no fue hasta el primero de agosto que insertó una columna en la última página con el título “Se presentó Fidel Castro”.

Pero ya era demasiado tarde para intentar un tratamiento más completo del tema pues el gobierno había dado la orden de silenciar el asunto en los medios de prensa.

A 72 años del acontecimiento, que al decir de Fidel, “fue el motor pequeño que ayudó a echar a andar el motor grande de la Revolución cubana”, el 26 de julio traspasa los límites históricos y se convierte en convocatoria de pueblo en Ciego de Ávila.

Al calor de la designación del territorio como sede de las actividades centrales del país por la efemérides, el trabajo deviene homenaje a los que emprendieron la lucha y dieron la vida en su afán por crear un mejor destino para los cubanos.

El periódico local Invasor, fundado precisamente el 26 de julio de 1979, se hace eco de ese quehacer que transforma minuto a minuto el universo socioeconómico de los lugareños y sus titulares no dejan lugar a dudas: Renueva espacios hospital de Morón, Universidad de Ciego de Ávila celebra su graduación 47.

La ciudad reluce

La ciudad de Ciego de Ávila recobra su esplendor. La variedad de colores inunda sitios emblemáticos y los avileños se empeñan en que, pasado este 26 de Julio, el espíritu de renovación se mantenga y se extienda más allá de las principales arterias.

Más de siete décadas después de aquel 26 de julio de 1953, nuevas y viejas generaciones de avileños van cada amanecer al encuentro de las noticias, esas que genera el motor indetenible de la Revolución.

Tomado de ACN

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