Todavía estremecen el ímpetu de Carlos Manuel de Céspedes y su determinación de aquel 10 de octubre de 1868 cuando manifestó «las causas que nos han obligado a dar este paso (…) ya Cuba no puede pertenecer más a una potencia», al conmemorarse el 156 aniversario del inicio de nuestra única Revolución de manera solemne en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, hasta donde se dirigió una representación del pueblo santiaguero para el tradicional tributo al Padre de la Patria y al Héroe Nacional, respectivamente.

En ese sentido, ofrendas florales a nombre del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Líder de la Revolución; Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República; Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado; y del pueblo de Cuba fueron depositadas en el Mausoleo a José Martí, mientras otra ofrenda, a título del pueblo cubano, fue colocada ante la tumba de Carlos Manuel de Céspedes, por estudiantes de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos y cadetes de la Interarmas José Maceo, de la Ciudad Héroe.

La miembro del Comité Central del Partido y su primera secretaria en la provincia indómita, Beatriz Johnson Urrutia, encabezó el homenaje -acompañada por autoridades políticas, gubernamentales y de la Región Militar de Santiago de Cuba-, protagonizado por el pueblo que da continuidad a la Revolución que, como entonces, «aspira a ser una nación grande y civilizada, para tender un brazo amigo y un corazón fraternal a todos los demás pueblos».

Tomado de Granma

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